Sábado de otoño. Para mí, es el primero de este año. El frio pasa por mi espalda, agarro un buzo y un gorrito, me calzo y salgo a caminar. Las hojas con una variedad infinita de colores, caen sobre mis pies. El viento choca mi cara, y una tonelada de sensaciones vienen a mí. Nada me pone tan nostalgica como ese momento.
Un día como este pero siete años atrás, mi abuelo iba de viaje a una reunión familiar, allá en Santiago del Estero. Quién se lo iba a esperar. El hecho no fue trágico, sino sorpresivo.
Le tocaba y asi pasó. Nos dejó riendose.. Y eso me dejó paz.
Y sí, una vez al mes como minimo el bajon nos toca.
Acompaña: Amigo piedra - El mató a un policía motorizado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario